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  • Writer's pictureJoche F.

Aplicando la Ley de Parkinson, o cómo sobrevivir a su trabajo creativo corporativo

Updated: Jul 16, 2021

En el mundo existen todo tipo de personalidades y destinos.... No Esperen. Antes que nada permítanme hacer un DISCLAIMER:

Permítame advertir a los posibles lectores del texto que no se está hablando aquí desde ninguna expertise ni se pretende en absoluto generar reflexiones de un orden académico, ni siquiera de un orden intelectual o del tipo "serio". Este documento es una juxtaposición de dos cosas. Por un lado, el entretenimiento de escribir, el gusto por debatir contra mis propios pensamientos una y otra vez como hace cualquier otro escritor como una forma de descarga emocional e intelectual, lo cual se hará mas evidente mas adelante cuando explique las razones que me llevaron a la redacción del texto. Por otro lado -el otro elemento juxtapuesto-tan solo puedo describir como una adictiva curiosidad de entender cosas innecesarias que considero sin embargo, imporatantes de compartir con el mundo. Por eso mismo, si bien este texto a continuación propone algunas categorías y usa el disfraz ocacionalmente de texto académico e incluso llega a afirmar en algún momento las palabras "necesidad de un cambio de paradigma", quiero advertir de su falsedad y de la poca o casi nula investigación en la cual se basan sus conclusiones. Mi sugerencia, no se lo tome demasiado en serio, es algo sin importancia que existe solo para llenar el tiempo y consumir energía. Como su trabajo de lunes a viernes. Listo continuemos.


Como decía, en el mundo existen todo tipo de personalidades y destinos. Y quiérase o no, la mayoría de los destinos, por necesidad o incluso por elección, llevan a las personas a conseguir un "trabajo". Siendo el trabajo una dimensión tan importante que para muchos define al ser humano, este desarrollará diversos tipos de personalidad en el trabajo. Hay personas que erigirán desenvolverse en campos que entran en concordancia fácilmente con los engranes de nuestro sistema. Será su elección o muchas veces su imposición, producto de un sistema educativo que evidencia por todas partes la necesidad de un cambio de paradigma. Contando excepciones muy interesantes como por ejemplo Hubble, el que inventó el telescopio que lleva su nombre -que empezó siendo abogado y terminó siendo astrónomo- existen siempre personas que parecen ajustarse y seguir la lógica que les impone el mundo y otro que no.


Hoy vamos a hablar de una de las más vilipendiada especie de trabajador es el "trabajador creativo". Si usted es parte de este campo y está sintiendose poco motivado y creativo últimamente no se preocupe. Cuando nos encontraremos en situaciones donde el trabajo por realizar es mayor a nuestra capacidad, paciencia, interés, motivación o quizás como dicen en inglés "fucks given" y se exige de nosotros un "sprint" de creatividad, es momento de tomarnos un break. Recuerdele a su jefe de una forma amable que si el tuviera ideas no lo tendría a usted trabajando por aquí así que tómese un paseo de café, una tarde de caminata o un vuelo a Honolulu. Si usted no es un ejecutivo a la Don Draper, quizá tan solo pueda acceder al break de café por ahora, pero tómeselo igual. Es mejor que pasar horas o los días creando un abolutamente bello pedazo de basura. Curiosamente a esto se refieren en la industria de FX cuando están haciendo muy buenos efectos para una historia o idea de mierda. "Polishing a turd"


Quizá aquí entraremos en un cuidadoso debate existencial entre nuestro perfeccionismo, neustro deseo de traer al mundo experiencias estéticas, nuestra dignidad como trabajadores, nuestra salud mental . Es en estos momentos que debemos recordar la Ley de Parkinson. Elaboremos.



El historiador naval Cyril Northcote Parkinson (1909-1993) trabajó en las decadentes y frías oficinas del aún más decadente Imperio Británico a mediados del siglo XX. Fue ahí donde pudo identificar patrones recurrentes en sus jefes y compañeros y en cada uno de los departamentos donde trabajó por más de 30 años. Todo este trabajo clerical daría frutos en 1955 cuando Cyril convirtió sus notas en un ensayo muy exitoso publicado en la revista The Economist bajo el tíulo: "Parkinson's Lay or the Persuit of Progress". Su escrito, debe decirse es de un tono sumamente inglés y sarcástico (p.e hay un capítulo dedicado a cuál es la mejor hora para llegar e irse de un evento empresarial), y parece un tratamiento proto-cringehumor al estilo de un The Office pero también resultó muy útil para el desarrollo el naciente mundo de la dinámica de sistemas.


La Ley de Parkinson no tiene nada que ver con ese otro Parkinson en el que usted está pensando mientras le tiembla la rodilla debajo del escritorio. Lo que Cyril descubrió aplicando sus conocimientos de Química a la dinámica oficinística fue la hoy famosa ley de expansión del trabajo, basándose en un principio químico derivado de la ley de Gay-Lussac, o la ley de expansión de los gases.



Si usted es de los que prefería dormir clase del colegio de química de 9no sobre gases y olvidó el concepto, lo invito a pasar una jornada subiendo y bajando ascensores en un edificio de oficinas concurrido. Eventualmente entenderá la idea: el gas metano - antes contenido en un denso y compacto fluido en el sistema digestivo de su compañero, se escapa poco a poco por algún orificio en el cuerpo de ese ser humano y se expande, primero bajando por sus pantalones grises recién planchados hasta salir por la parte de abajo y cubrir todo el piso. Poco a poco el gas irá elevándose hasta llenar completamente el espacio del ascensor. No hay forma de saber de dónde vino el olor y nadie se atrevería a preguntarlo en voz alta, especialmente si un jefe está presente. La expansión de los gases es imparable, penetra sus orificios nasales y las bocas de sus compañeros.


"En una burocracia, el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para hacerlo".

La ley de expansión del trabajo por C.N. Parkinson (The Economist, 1955)


Según el historiador inglés, en todas las empresas donde existan funcionarios y cargos jerárquicos, pasa lo mismo, pero con el volumen de trabajo. Esto se debe a dos razones.


Los jefes no quieren multiplicar sus rivales si no a sus subordinados.

  1. Los oficiales tienen a inventar trabajo para sus subordinados


Bajo la lógica de Parkinson, los gerentes o jefes, son "jefes" porque tienen equipos. Los logros que un gerentes obtiene son basados principalmente en la capacidad y suerte de su equipo. Muchas veces su salario puede incluso depender de "cuántas personas maneja". Esta persona llegó a ese cargo siendo uno de los mejores, sino el mejor de su propio equipo. Pero ahora este nuevo jefe debe contratar a alguien para remplazarlo en su viejo cargo e inventarse trabajo a sí mismo, es decir, inventar trabajo a su nuevo subordinado.

Para entender cómo esto se produce este fenómeno de la "expansión del trabajo" imaginemos a un empleado llamado A. A es un profesional que trabaja en una empresa de gran envergadura, por ejemplo, una de las cinco agencias AAA, o una multinacional financiera. A necesita un descanso o un cambió urgentemente ya que casa vez hay más proyectos y menos ideas. Siente síntomas de "burnout". Trabaja demasiado y no entiende porque sus jefes siempre se inventan más trabajo para él. Pero A no se independiza ni renuncia. Sabe que sus talentos no es que estén escasos, sino más bien abundantes, y espera seguir monetizando de sus talentos mientras pueda. A piensa que puede esperar y cuando tenga suficiente experiencia pasará a ser notado por su jefe algún día y ser promovido. (3.200 se graduaban cada semestre de Realizadores audiovisuales en 2019)


Durante un año, dos, o quizá incluso doce, A demuestra ser un excelente trabajador y profesional y recibe un ascenso por fin. A es ahora es uno de los jefes del área. Por fin es el momento de crecer su equipo. Tiene dos opciones. La primera opción sería dividir su trabajo a la mitad, con su colega llamado B, un profesional también, que entró a la empresa poco después de el y conoce practicamente lo mismo que el. Que B se encargue de todo el trabajo que A antes tenía que hacer; Pero B tiene cosas que hacer. Hasta el día de ayer, que W se pensionó (ya era hora) A y B hacían casi lo mismo. Si bien B no es el experto y algo perezoso (por eso A obtuvo el cargo claramente). Pero B podría aprender ¿no? especialmente sin A llevándose la mitad del crédito. Con el tiempo podría ayudarle en más y más aspectos de su trabajo ¿Qué pasa si B aprende a hacer todo lo que hace A? Menos carga para A. ¿Bien, no? Pues no. Esto es terrible para A. Y esto es porque A ya no está aprendiendo con la plata de la empresa, sino "liderando un equipo". Debe presentar resultados. Debe "pensar en grande". Por eso, no tiene cómo demostrar su valor para la empresa y seguir creciendo si no es inventando algo. Un proyecto nuevo y grandilocuente que le llevará muchos aplausos en reunines. Si es un proyecto costoso, implicará mas tiempo de trabajo. Tocará "ponerse la camiseta" un par de veces. Y ese proyecto es nuevo en todo sentido. No es para nada lo mismoq ue A hacía pero con la palabra Proyecto enfrente.


Este asenso de A entonces significará para B no solo hacer todo lo que hacía A, sino que A tendrá tareas adicionales para cumplir con las nuevas expectativas creadas por A. Y A obviamente estará ocupado, trabajando en un proyecto muy importante. Sobre este fenómeno se ha escrito un genial libro llamado "Bullshit Jobs" del antropólogo David Gerber).


Entonces, volvamos a nuestros quehaceres de diseño, producción de contenido y "trabajo creativo". Todos estamos sometidos a los crueles designios de la expansión del trabajo. No importa si trabajas en un canal de TV o una startup, en general, mientras exista una necesidad de "justificar" los trabajos y no se genere un verdadero valor para la sociedad, existirán lugares donde les paga lo que corresponde a unos trabajadores. Tan solo hay una salida. La aceptación y la paciencia. Para nosotres les creatives, el trabajo se expande en la medida que hay menos claridad en el trabajo, mas repetividad, en la medida que no hay presupuesto y fecha clara, hay menos espacio para respirar e "iterar" sobre las ideas.


Analicemos por ejemplo, el proceso, por ejemplo de hacer un video, es aparentemente "lineal". Ver por ejemplo la gráfica de Slinky Productions sobre el tiempo de una producción de video de tres minutos.



Primero se "piensa". Se hacen las preguntas necesarias como ¿Qué se necesita? ¿Para cuando? ¿Por cuanto $$$? Después viene la fase llamada Preproducción, que no es más que el intento desesperado de todos los que trabajan por hacer más fácil su trabajo más adelante, cuando la presión esté encima. Por ahora, el ambiente está tranquilo. La presión no está encima porque el cliente está contento. Al fin de al cabo ya se hicieron compromisos de ideas y presupuestos. Tiene un equipo capacitado y profesional trabajando. Conviene preguntarse: ¿Alcanca el tiempo par esta idea? Porque Mientras lo que sea que vayas a hacer "se preproduce" sucede que ya llegó la hora de entregar en menos de lo que canta un gallo. ¡Hay que producir! Hay otros proyectos por hacer y mientras el producto se diseña, se realiza, se edita, se entrega, el cliente decide hacer un "ajuste". La diferencia entre un ajuste y un rediseño nunca ha sido demasiada clara ni se ha podido definir en un contrato. Pero si tuviera que afirmar algo que sirviera al lector sería que un "ajuste" en la primera etapa de preproducción va convirtiéndose en un "rediseño de producción" y en un "desde cero" si este ajuste se lo deja avanzar tranquilo sin cuestionamiento hasta la posproducción.


Pero no crean que estoy aquí para proponer una nueva y mejor "metodología organizacional" o "estrategias de comunicación efectivas". Empecemos por no asumir que la gente no sigue al pie de la letra ningun sistemas de organización o comunicación efectivos. Se supone que esto lo teníamos resulto. Google tiene todos mis datos. Usamos métodos de planificación Ágiles (AGILE) y desarrollamos en SCRUM siguiendo la metodología ADDIE. ¿No deberíamos poder programar nuestros trabajos tan fácilmente como nuestro computador personal?


Nuestros "líderes" usan el Feedback para aportar a "nuestro crecimiento" y nos ofrecen formación continua y meditación Mindfulness para desestresarnos. Estamos en un mundo sistematizado, donde cada interacción laboral ha sido estudiada, abstraída del oficio como tal, y convertida en data para ser estudiada y estandarizada. Y por supuesto que eso trae ventajas enormes. Con esta abundancia de herramientas tecnológicas y modelos organizativos, lo que se ha puesto en evidencia es la falta dirección y autonomía del sistema industrial moderno.


Cojamos una industria random, como el cine. Estamos muy lejos del Hollywood de United Artists y Chaplin. Los medios audiovisuales hoy en día son commodities donde existe un cliente y un público, y aún en producciones de mass appeal para cadenas como Netflix y Amazon, grandes producciones han fallado por lo que Orson Welles llamó hace 60 años, "excesive tinkeing" o "retokes excesivos". En un ejemplo mas reciente. Los fanes de la odisea de DC tuvieron una campaña larga y exitosa por lograr que saliera la versión sin retocar de 4 horas del Sack Snyder, "La liga de la Justicia", todo esto a raíz de que el producto final había sido percibido por los espectadores como carente, como "retocado y cortado" en exceso por el ahora infame director J.J Abrams.


Estos casos de me-too, como el de Harvey Weinstein, definitivamente ponen de entre dicho como hay mucho que revisar y criticar de estas industrias y corporaciones donde se vuelve norma el silencio y la falta de cuestionamiento, y que tarde o temprano acarrean tanto desastres personales como institucionales eludibles.

¿Qué podemos aprender finalmente?

A diferencia de J.J y Harvey, un buen director se comunica como igual y sin jerarquía con A, con B, con C y con D. Ya que cada uno tiene un rol que jugar esencial en su película. Lo mismo aplica para los diseñadores de juegos, o los chefs de hoteles 5 estrellas. El cliente nos abre lo que quiere, pero el rol del artista es ser el mejor cliente de su propia visión y los aportes que pueda hacer su equipo a esta experiencia. Nadie sufrirá mas que el público de un afán autoimpuesto que no lleva a nada. Pero claro, comunicarselo al cliente y generar esos compromisos, eso significaría oponérsele a la inextricable y maldita ley de expansión del trabajo. A todos nos aplasta con su expansión infinita. ¿Cómo hacemos esta hazña? Lo veremos en próximas entrada. Por ahora, buena suerte. Apaguen sus notificaciones y duerman bien.




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